Cuando se retoma una relación después de haberla terminado, ya sea porque la otra persona te lo pidió o porque tú se lo pediste, es porque para ustedes el amor no se ha acabado. ¿Qué pensarías si te dijera que a lo mejor el sentimiento nunca se va a acabar?
Si partimos del hecho de que no dejamos a una pareja por falta de amor, sino porque ya no hay intereses ni gustos en común, podemos darnos cuenta de que regresar con esa persona seguirá siendo lo mismo, por ello la frase de “las segundas partes nunca son buenas”.
Ya sé que también existe el dicho que dice: “En donde hubo fuego cenizas quedan” En pro de esta premisa, muchas relaciones se vuelven a unir, dándose cuenta de que efectivamente la atracción y hasta el sentimiento sigue estando ahí, pero aun así no funciona. ¿Te has preguntado por qué? Lo más seguro es que tenga que ver más con la razón que con el corazón: puedes regresar porque sigue habiendo cariño, pero el funcionamiento, la comunicación, las metas y los gustos ya no son compatibles. ¡Y qué decir de los gritos y los maltratos que se pueden llegar a tolerar por el simple hecho de que el amor sigue estando vivo!
Por ello, antes de retomar esa relación que decidiste terminar, será importante que te cuestiones:
- ¿Por qué terminaron?
- ¿Te lastimó física, verbal o emocionalmente?
- ¿Es una persona que te hace crecer?
- ¿Tus metas y planes se parecen a los suyos?
- ¿Realmente es amor lo que sientes o será costumbre?
Si crees que esa pareja no te hace crecer y no te da lo que buscas en ella, lo mejor será separarte lo más pronto posible, poner distancia física, no volver a buscar, no llamarle ni contestarle las llamadas. Es más, ponte el reto de borrar su contacto.
Muchas separaciones son dolorosas y se cree que no se podrán superar, pero la realidad es que con esfuerzos diarios y mucho autocontrol terminas aprendiendo a vivir sin el ser amado.
Puedes voltear a tu historia y darte cuenta que alguna pareja que tuviste parecía insuperable, en algún momento pensaste que era el amor de tu vida, pero ahora esa persona ya no duele.
Recuerda que el amor se piensa y no sólo se siente.
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Mariana Rodarte de Lara es Maestra en Terapia Racional Emotiva con más de 10 años de experiencia clínica. Ha trabajado con niños, adolescentes y adultos a nivel privado y en instituciones públicas.