Beneficios de la psicoterapia online

A raíz de la cuarentena que inició el año pasado, es cada vez más común la implementación de la psicoterapia a distancia. Mucho se ha aprendido en este tiempo sobre las mejores prácticas para ofrecer el servicio más profesional. No obstante, sigue siendo común preguntarse si la psicoterapia realizada a través de videollamada es tan eficaz o brinda la misma calidez que la presencial.

La psicoterapia a distancia no es algo nuevo; desde hace muchos años se practica vía telefónica, sobre todo en el contexto de la intervención en crisis, donde ha demostrado su utilidad. Actualmente se han superado el principal obstáculo con que contaban aquellos tratamientos: la falta de contacto visual. La videollamada también facilita la atención para parejas.

 

Ahorro de tiempo y dinero

Cuando el servicio es presencial, quienes lo reciben deben trasladarse al consultorio del terapeuta, lo cual implica tiempo de traslado que se incrementa con alto tránsito vehicular. Una vez terminada la sesión, el movimiento es hacia la casa, el lugar de trabajo u otro. Si bien puede buscarse un psicoterapeuta cerca de casa, a menudo las recomendaciones llevan a las y los consultantes a lugares más lejanos. El uso de un vehículo público o privado involucra el costo de la gasolina o el peaje.

Una práctica común de las y los psicoterapeutas es cobrar las sesiones que no se toman o no reponer el tiempo que se pierde cuando el consultante llega tarde, aunque esto no haya sido planeado. Si alguien no llega por el tráfico causado por un accidente o cualquier otro imprevisto, pierde su sesión y su dinero. Definitivamente las videollamadas resuelven este problema.

 

Respeto al estilo de vida y necesidades

Las personas con hijas e hijos pequeños pueden tener dificultades para hallar a quienes los cuiden para acudir a un consultorio. Esto se evita con las sesiones a distancia.

Las sesiones por videollamada permiten una gran movilidad a quienes lo necesitan, una gran ventaja para aquellas personas con ubicaciones y horarios muy variables. Los exigentes horarios laborales llevan a algunas personas a tomar su sesión en lugares antes inimaginados, como salas de juntas, jardines, automóviles estacionados, azoteas, casas de otras personas, etc. El único requisito indispensable es la privacidad durante la consulta.

Cuando la psicoterapia es en pareja, es necesario empatar las agendas de tres personas. Las sesiones a distancia lo hacen mucho más sencillo, dado que no están obligadas a estar en el mismo lugar. 

 

Posibilidad de mudarse

Cuando la relación terapéutica se basa en un lugar fijo, un cambio de domicilio puede terminar con el tratamiento. Es engorroso volver a recorrer el camino con un o una nueva terapeuta. Con las sesiones por videollamada, una persona puede mudarse en la misma ciudad o en otra, incluso a otro país sin perder la relación terapéutica.

Quienes viven en el extranjero pueden tener dificultades para encontrar a un profesional que hable el mismo idioma y que comprenda sus particularidades culturales. En esos casos resulta muy favorable comunicarse con un o una psicoterapeuta del lugar de origen, aunque no vivan en la misma ciudad. 

 

Flexibilidad de horario y atención a urgencias

La atención en línea suele asociarse también con una mayor disponibilidad de horarios, dado que no intervienen las dificultades asociadas a la movilidad del psicoterapeuta en la noche o en la mañana, así como la disponibilidad del consultorio, la cual suele estar condicionada por la presencia de otros profesionales, recepcionistas, etc. De este modo, muchos psicoterapeutas pueden ofrecer atención en horarios que antes no se permitían, ya sea temprano, tarde o incluso fines de semana. 

Imagina que un o una psicoterapeuta usa un consultorio tres días a la semana y que tú necesitas una visita urgente cuando no acude. Tratará de darte una sesión en cualquiera de sus días de trabajo, en los pocos horarios disponibles. Esto difícilmente ocurre con las sesiones en línea.

 

Cuando hay dificultades para salir de casa

La modalidad en línea es conveniente para las personas que encuentran dificultades para salir de sus casas, por ejemplo, aquellas con dificultades de movilidad por incapacidad temporal, discapacidad o motivos emocionales como los trastornos de ansiedad que se exacerban por salir a la calle, acercarse a otras personas, etc. 

Algunas personas han reportado que el hecho de trasladarse, entrar a una sala de espera o ser vistas en el entorno de un servicio psicoterapéutico les genera vergüenza. El acompañamiento psicológico a distancia puede ser un primer acercamiento al tratamiento que ayude a superar esta condición.

 

Los inconvenientes

Una crítica común que se ha escuchado en torno a la atención en línea es que se percibe como fría, distante y se duda de su eficacia. Esta sensación desaparece en la primera sesión, cuando entran en contacto con una o un psicoterapeuta amable, cálido, sensible, empático e interesado. El contacto físico no caracteriza a la mayoría de las psicoterapias, por lo cual la presencia local no es un factor determinante

Los estudios científicos realizados en torno a la atención a distancia muestran que tienen la misma eficacia que los tratamientos presenciales. El hecho de estar en el mismo lugar no influye en la calidad de la comunicación ni en la conexión emocional ni en la comprensión de las dinámicas subyacentes a los motivos de consulta.

El único inconveniente que persiste, sin embargo, es el generado por fallas en la conexión de internet, software, etc. Con el avance tecnológico y la mejoría en la calidad de los proveedores, se espera que pronto esto sea cosa del pasado. 

 

Si tienes dudas sobre el servicio que brinda Amarse Bien, te animamos a contactarnos por WhatsApp o mensaje para probar 20 minutos de comunicación gratuita con un psicoterapeuta. Esta es una buena oportunidad para evaluar cómo te sientes de compartir tu sentir a través de un medio digital y responder todas tus dudas. 

 

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Acompañamiento psicológico

Oscar FloresOscar Flores Aguayo

Soy psicólogo y psicoterapeuta con al menos 10 años de experiencia. Estudié la licenciatura en psicología en la Universidad Iberoamericana y mi formación psicoanalítica en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Ejerzo la psicoterapeuta de pareja por medio del modelo de Terapia Focalizada en las Emociones. He dirigido mi trabajo profesional hacia la intervención en crisis presencial y a distancia. Me he desempeñé como profesor y conferencista para poblaciones variadas: niños, adolescentes, adultos y personas mayores.

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