Ver a la persona que quieres estresada, preocupada o con gran ansiedad puede despertar en ti el deseo de ayudarle. Sin embargo, puede que al final sientas que te reclama por intentarlo y que finalmente no hay nada que puedas hacer.
Sentirse responsable por apoyar a quien amas puede ser frustrante. A menos que sigas estas recomendaciones…
Reconoce cómo te afecta la ansiedad de la otra persona
Acepta que no eres de palo. Escuchar que tu pareja siente ansiedad puede generar en ti ganas de tranquilizarle, inquietud, frustración y enojo. Lamentablemente, puede vivir esas emociones como un daño que te causan sus nervios y sentirse culpable. Lo pensará dos veces antes de volverte a contar un problema.
No necesitas fingir fuerzas que no tienes para prestarte a apoyar a quien quieres. Lo que realmente se necesita es la voluntad de escuchar, entender y acompañar sin juzgar. Si realmente los relatos despiertan fuertes emociones en ti, menciónaselo sin hacerle sentir que está pecando al contarte lo que le estresa. Evita que ahora la conversación se centre en tu incomodidad.
Reconoce cómo te afecta la ansiedad de la otra persona, pero también que entiendes que no elige sentirse así, y que juntos pueden buscar una solución.
No le digas que estás exagerando o que su ansiedad no debería existir
A estas alturas ya te debiste dar cuenta de que decirle a alguien “No te preocupes” no le borra mágicamente su preocupación. En cambio sentirá incomprensión de tu parte. Reconoce que tu pareja se siente mal y que ha de haber motivos plausibles para que eso ocurra.
No le digas que es “miedoso”, “ansiosa”, “preocupón”. Reconoce que la ansiedad es algo que le ocurre, pero no habla de quién es.
Cuando la ansiedad tiene que ver con la relación (por ejemplo, “me preocupa que veas a ese amigo que quiere contigo”) es fácil ponerse a la defensiva y decir que la ansiedad, los celos, las malas interpretaciones son su problema, que vaya a terapia y lo resuelva por su cuenta. Está estrategia parece adecuada para lavarse las manos pero no para clarificar el asunto, lo cual podría hacerse aceptando que la zozobra se encuentre ahí.
Si no entiendes que se sienta así, al menos muestra tu deseo de comprender.
Evita la tentación de rescatar
El polo opuesto de desentenderse es tratar de solucionar sus problemas. Esta es una forma de promover la dependencia y, asimismo, volverse codependiente.
Tampoco seas inflexible; busca el punto medio: conviértete en apoyo, pero deja que la otra persona resuelva.
Puede servirte leer Deja de salvar a tu pareja.
Pregúntale qué necesita
Lleguen a un acuerdo… se vale decir “Me siento mal” “Siento ansiedad”. Al abrir esta puerta pueden dialogar sobre qué requiere. Si crees que tu consejo es la solución, puede sorprenderte que te diga que quiere un abrazo, que le expreses que le quieres, un masaje o incluso tiempo a solas. Puede ser que te pida que dejes de hacer algo que alimenta sus inquietudes.
Conversen sobre qué detona la ansiedad
El trabajo, visitar a papá, una presentación importante, el mal ambiente laboral o algo en la relación, entre millones de cosas.
Es común que las personas no reconozcan su angustia y mucho menos cómo surge. Un ejercicio útil es recordar un momento donde haya habido fuerte preocupación y detectar cómo reaccionó el cuerpo en ese momento: calor en el rostro, sudoración, puños cerrados, tensión en los hombros y la espalda, como si el pecho estuviera apretado… depende de cada caso. Registrar cuándo ocurren cosas así ayudará a detectar qué lo ha generado en primer lugar.
Con la práctica será más fácil y así podrán adelantarse a lo que genere angustia, prepararse o por lo menos quitarle el elemento sorpresa.
Un tip: si sabes que será un día estresante para la persona que amas, prepara una bonita sorpresa para después, como la cena, un ambiente romántico, etc.
No aconsejes ni presentes “las soluciones” a sus problemas
Es posible que quieras deshacerte de la preocupación de tu pareja y de la tuya a través de decirle lo que crees que debería hacer o cómo debería pensar. A veces puedes recurrir a fórmulas mágicas como “Todo estará bien, no te preocupes”. A la larga esto llevará a discusiones porque no sigue tus recomendaciones.
Lo que consideras que debería hacer no toma en cuenta sus condiciones ni opiniones sobre los asuntos ni las trabas internas por las que no hace las cosas de forma diferente ni sus hormonas. En cambio muestra falta de empatía.
Tampoco exijas que arregle los problemas. Ese es un proceso que depende de cada quien.
Asegúrate de que sienta que le entiendes y luego pregunta si puedes dar un consejo. También funciona que recuerden cómo solucionaron problemas similares.
Muéstrale que estarás presente ante los retos que generan ansiedad
La aceptación es sanadora. Todas las personas necesitan que puedan ver sus lados positivos en los momentos que afectan la autoestima. Empieza mostrándole que eres alguien con quien se puede hablar y que no le huye a los temas que dan miedo.
Cuando tu pareja sabe que cuenta con tu apoyo, que no criticas, y que están en el mismo canal, entonces puede sentir confianza para intentar cosas distintas o buscar ayuda.
La ansiedad de la persona que quieres se puede convertir en un bloqueo en la relación de pareja. Reconocerlo sin criticar es la clave para buscar juntos una solución.
En Amarse Bien: Transforma tu relación tenemos la escucha adecuada para abordar la ansiedad, individual o de pareja.
Oscar Flores Aguayo
Soy psicólogo y psicoterapeuta con al menos 10 años de experiencia. Estudié la licenciatura en psicología en la Universidad Iberoamericana y mi formación psicoanalítica en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Ejerzo la psicoterapeuta de pareja por medio del modelo de Terapia Focalizada en las Emociones. He dirigido mi trabajo profesional hacia la intervención en crisis presencial y a distancia. Me he desempeñé como profesor y conferencista para poblaciones variadas: niños, adolescentes, adultos y personas mayores.