En las películas, telenovelas e historias de adolescentes, encontramos protagonistas que creen que el amor todo lo puede. Salen a flote en su relación a través de una entrega incondicional con la cual terminan demostrando que el enamoramiento es la base para un compromiso infalible. Es importante cuestionar este mito arraigado en nuestra cultura. En este artículo exploraremos las complejidades de las relaciones de pareja y argumentaremos que “el amor no es suficiente” para mantener una relación saludable y duradera.
Mitos sobre el amor
Una persona no es sólo su encanto, sino sus costumbres, valores, religión, edad, etcétera, etcétera, etc. Es verdad que las diferencias no tienen que implicar que una relación sea imposible, pero tampoco hay que negarlas. El enamoramiento y el amor son dos componentes IMPORTANTES en una relación que se compone de muchas cosas más.
Una relación verdaderamente comprometida implica encontrarse con alguien que no es como un@ mism@, alguien que no es aquello que nos imaginábamos o deseábamos que fuera. Entonces, una relación verdadera implica madurar y saber afrontar los inevitables conflictos que surgirán en el día a día.
Incompatibilidad… El amor no es suficiente
Por ejemplo, imaginemos que dos personas tienen valores distintos acerca del sexo. Este punto llevará a una negociación donde los enamorados pueden desgastarse. Cada punto de incompatibilidad implica trabajar en la relación y, siendo sinceros, tendemos a sentirnos mejor cuando establecemos vínculos en los cuales no hay que estar estirando y aflojando. Los puntos de incompatibilidad requerirán esfuerzo para cambiar las condiciones de vida propias y de la otra persona. ¿No harás todo el esfuerzo solo tú, o sí?
Una relación es convertirse en parte de un equipo, es afrontar retos, estar a la altura de las circunstancias. Imagínate que te enamores de alguien que te fascina físicamente y en las buenas, pero no sabe apoyarte en las malas porque haya están en tu vida tener hijos y que tu pareja prefiera mantener la libertad que le proporciona no ser papá o mamá. Cada punto de compatibilidad o incompatibilidad implica y dirige en una cierta dirección, a veces simplemente no ocurre por más amor que haya.
Violencia en la pareja
Lamentablemente, el discurso de que el amor todo lo puede también se encuentra en las parejas en las que hay maltrato.
Una persona que tiende a ejercer violencia puede prometer que va a cambiar, ¿que el amor que siente nunca lo había experimentado y que éste será su motor? La persona que recibe el maltrato puede llegar a creerlo bajo la misma idea de que el amor es suficiente. Pero el ciclo de la violencia generalmente deriva en regresar a una situación de agresividad, aunque haya emociones movidas por el miedo a perder a alguien querido. Esto no es suficiente para abandonar el ciclo de la violencia.
Adicción al enamoramiento
Además, es importante considerar que hay personas que pasan de enamoramiento a enamoramiento y que en cada uno encuentran dificultades para reconocer realmente con quién se están vinculando. Parece que diseñan una imagen de la otra persona que sólo ellas o ellos pueden ver.
Sería importante analizar si esa persona enamoradiza no tendrá dificultades para afrontar los días cotidianos en los que no haya chispas de amor. Pero aunque una relación es más compleja que simplemente tener amor, precisamente eso es lo que la hace interesante. El amor verdadero es un esfuerzo, una forma de vivir, una actitud, un camino. Es resultado de la madurez, del compromiso hacia alguien que realmente nos importa.
En ese sentido, el amor todo lo puede, siempre y cuando con ello se entienda que es la base para todo tipo de crecimiento y para afrontar las dificultades. Pero no en la medida en que amenaza el bienestar individual, porque ningún amor real exigirá la renuncia a uno mismo.
Aprende más sobre la complejidad de las relaciones de pareja en el blog de Amarsebien Transforma tu relación. Si crees que te cuesta trabajo respirar en medio de esta complejidad, búscanos y dale la oportunidad al acompañamiento psicológico.
Oscar Flores Aguayo
Soy psicólogo y psicoterapeuta con al menos 10 años de experiencia. Estudié la licenciatura en psicología en la Universidad Iberoamericana y mi formación psicoanalítica en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Ejerzo la psicoterapeuta de pareja por medio del modelo de Terapia Focalizada en las Emociones. He dirigido mi trabajo profesional hacia la intervención en crisis presencial y a distancia. Me he desempeñado como profesor y conferencista para poblaciones variadas: niños, adolescentes, adultos y personas mayores.