¿Tus planes no resultaron como esperabas y ahora no sabes qué hacer? Hacer proyectos y propósitos, sea de forma individual o en pareja, es un aspecto importante que le da sentido a tanto a nuestra vida como a nuestra relación amorosa. Esos sueños y expectativas son la gasolina del motor que mueve nuestras acciones cotidianas y nos ayuda a afrontar las dificultades. Sin embargo, muchas veces los planes no salen como esperábamos, generándonos confusión, frustración, miedo e incluso ganas de tirar la toalla —el clásico “¡Ya para qué!”.
El cambio y la incerteza son inevitables en la vida, nos guste o no. Pero ¿cómo hacemos para abrazar el cambio sin sentir que perdemos control de nuestra vida o que pone en riesgo nuestra relación?
A continuación te proponemos algunas ideas:
Disfrutar el camino, aquí y ahora
Quizá no tengas claro cuál es el paso a seguir ni el rumbo a donde te quieres dirigir, entonces quédate en el presente, disfruta lo que sí hay. Seguramente te ha pasado que tenías planeada una cita con tu pareja, pero les pasaron mil cosas que les arruinaron los planes —¡Hola 2020!—. Algunas parejas terminan disfrutando la aventura y otras terminan súper frustradas porque su mente está sólo en el plan que ya habían hecho, evitando disfrutar la compañía. Que las expectativas no te impidan apreciar lo que tienes.
Spoiler alert
A nadie le gusta que le anticipen el final de sus historias favoritas, ¿cierto? Justo por eso se inventó el utilísimo spoiler alert. Además, cuando una película o libro se vuelven predecibles, dejamos de poner atención y a veces hasta nos arrulla. Si todo resultara como lo planeamos, la falta de novedad podría generar aburrimiento y poco aprendizaje. Acércate a los cambios con curiosidad, te puede gustar aún más la nueva historia que te presenta la vida y que a ti nunca se te hubiera ocurrido.
Deja de combatir
El concepto de “flexibilidad frente al cambio” suena fácil, pero se complica cuando anhelamos tanto algo o cuando hemos puesto tanto de nuestro esfuerzo. Muchas veces la frustración no nos permite ampliar la mirada y nos quedamos luchando por defender el plan justo como lo habíamos proyectado. Haz una pausa, desconecta para después reconectar. Quizá haya otra forma de llegar al objetivo, otros tiempos o incluso otra meta que no habías considerado. En este aspecto, la ayuda profesional puede resultar muy útil.
Cuando nuestros planes no resultan como esperábamos, podemos sentir que perdemos el control de nuestras vidas, pero recuerda que la meta es sólo el pretexto para caminar y seguir creciendo. Aunque la meta y el camino cambien, que no lo haga el proceso de seguir construyendo una mejor versión de ti y relaciones más enriquecedoras.
Prueba el acompañamiento psicológico en línea, individual o de pareja.
Yineguela Jiménez
Psicóloga y terapeuta familiar con 10 años de experiencia profesional. Trabajo con parejas, familias, así como en formato individual con adolescentes y adultos. Estudié licenciatura y maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México, con formación complementaria en centros académicos en México, España e Italia. Algunas de las temáticas en las que me especializo son: pareja, gestión familiar, psicología positiva, violencia de género, psicoterapia a distancia, migración y transculturalidad.