¿Qué tanto es tantito?
No hay relación sin conflicto, y por tanto, no hay vínculo en el cual no nos enojemos con cosas que pasan. Sin embargo, a veces la paciencia empieza a acabarse y surge la pregunta: ¿hasta qué punto es tolerable? Puede ser que empieces a sentir un remolino de dudas en tu cabeza, de tal forma que te quedas sin saber si decir algo o callar, pues tal vez estés exagerando. Este artículo te ayudará a saber hasta dónde soportar y cómo establecer límites saludales en la relación de pareja para obtener el mejor de los resultados.
¿Por qué es tan difícil?
Mensajes de la sociedad sobre la tolerancia en pareja
Mensajes de la sociedad: Resulta que la paciencia y la capacidad para aguantar se ven como una virtud en la mayoría de nuestras sociedades. Incluso desde la religión podemos recibir la idea de que hay que dar la otra mejilla y perdonar “siete veces siete”. Sin duda, el perdón es algo necesario en la vida y puede salvar muchos vínculos dañados, pero también es importante que aprendas a decir hasta dónde, protegiendo la relación sin conflicto que tanto valoras.
Existe el mensaje de que la paciencia siempre es una virtud. No hay personas que nos agraden al 100% y que tengan todas las conductas que quisiéramos; a veces actuarán de tal forma que podemos perder la paciencia. Por eso, es muy importante ir por la vida con una actitud de tolerancia en pareja. Quejarse por todo y enojarse con las personas porque hicieron algo que nos afectó termina siendo cansado. No obstante, y sobre todo en relaciones que forman parte de nuestra vida diaria, la paciencia puede agotarse. Un “hasta aquí” a tiempo es mejor que una relación tóxica permanentemente dañada por los gritos y los reclamos.
Críticas en la relación tóxica
La persona que amamos puede reaccionar a la manifestación de que algo nos lastimó o que queremos establecer límites con cierta ironía: “es que no aguantas nada”. También puede tomar el establecimiento de límites en la relación de pareja como un acto agresivo o de desconfianza. El resultado es que termines dudando de tu propia cordura, de tu derecho a decir que algo no te gusta, o de que quizás seas alguien muy neurótico(a) y por tanto te quejas de cualquier cosa.
El “Ahora sí voy a cambiar”
Algo común dentro de las relaciones de pareja en las que existe violencia es que se repita un ciclo negativo continuamente. En este, la persona que agredió parece reconocer el daño que ha causado y promete que va a cambiar. El hecho de que así sea durante un corto tiempo refuerza la idea de que se hizo un cambio. En realidad, la transformación no dura mucho y el ciclo tiende a repetirse una y otra vez.
Muchas de las relaciones donde ocurre esto no pueden salvarse, mientras que otras requieren de cambios profundos que a menudo implican la intervención profesional. Como sea, tú puedes decidir hasta dónde vas a dejar que llegue este vínculo tóxico.
Así puedes saber cuándo poner límites saludables
Piensa en los límites
Haz el ejercicio de pensar qué cosas quieres vivir y cuáles no. Puede ser que no lo tengas muy claro, pero por lo menos sí sabes qué es demasiado para ti. Por ejemplo, que no estés dispuesto(a) a aguantar ningún jalón ni golpe, que no mereces que te griten, etc. Piensa en distintos momentos de tu relación de pareja y en dónde sentiste que la otra persona se había pasado. Haz una lista de comportamientos que percibes como una agresión de tu pareja. Pero recuerda que tu pareja puede tener conductas que no son contra ti; en esos casos, podrías hablar acerca de esos comportamientos y lo que están significando para ti y para esa otra persona, fortaleciendo así la comunicación en pareja.
Piensa en los tratos que te gustaría que recibiera una persona que amas
Quizá quieres mucho a una hermana o a un tío, por lo que quisieras que su pareja dejara de hacer ciertas cosas en su contra. Tal vez la forma en que le habla su pareja no te parece la más adecuada y crees que algo debería hacerse al respecto. Pensando en esto, puedes hacerte una idea de cuál es el trato que tendrías que recibir tú. Una variante de esta técnica es pensar si tú le harías a tu pareja las cosas que te hace a ti. Tú no le hablarías de tal manera, por ejemplo. Tú no te quejas de cómo la tratan sus amigas o lo que dicen sus familiares, etc.
Expresa tus preocupaciones y límites de la forma en que te gustaría que te las expresaran a ti
Esto puede evitar muchos malentendidos. Reflexiona en cómo a ti no te gustaría que te dijeran algo como “eres un celoso” o “qué impuntual eres” o “qué necia eres”. Pensando en cómo te gustaría recibir ese comentario, seguramente podrás decirlo de una forma más amorosa. Y hasta aquí es tu responsabilidad. Si tu pareja no responde bien o no es capaz de una actitud autocrítica, no se te puede culpar de no haberlo intentado de la mejor manera que se te ocurrió. Si estos cuidados y límites no ayudan a la relación, puedes pensar que lo mejor es tener terapia de pareja o psicoterapia para cualquiera de las partes de esta unión. Por supuesto, puedes pensar también en una separación, pues es muy difícil mantener una relación significativa con alguien que no quiere escucharte.
En Amarse Bien: Transforma tu relación te podemos brindar el acompañamiento psicológico individual o de pareja que necesitas para poner los límites saludables en la relación de pareja y para que la persona con la que estás los pueda entender.
Oscar Flores Aguayo
Soy psicólogo y psicoterapeuta con al menos 10 años de experiencia. Estudié la licenciatura en psicología en la Universidad Iberoamericana y mi formación psicoanalítica en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Ejerzo la psicoterapeuta de pareja por medio del modelo de Terapia Focalizada en las Emociones. He dirigido mi trabajo profesional hacia la intervención en crisis presencial y a distancia. Me he desempeñado como profesor y conferencista para poblaciones variadas: niños, adolescentes, adultos y personas mayores. Autor de este artículo:¡Descubre por qué te ignoran en apps de citas! y otros que contribuirán a tu búsqueda del amor verdadero.