¿Recuerdas cuando platicaste con la persona que te gustaba por primera vez? ¿Cuando el profesor o profesora te pedía que te presentaras ante los demás compañeros de clase, el primer día del curso? Te invito a que te centres en esa sensación y nos compartas cómo te sentiste en los comentarios.
Si experimentaste tranquilidad y fluidez, te encuentras en el grupo de personas que no son tímidas por experiencia o características personales. Si no, esto puede interesarte.
La timidez es un rasgo de personalidad que influye en el comportamiento y condiciona las relaciones interpersonales.
Si me da pena ¿Soy tímido?
Todas las personas experimentamos timidez en algún momento de nuestra vida ante diferentes circunstancias. Quizá observaste que se hizo más presente en ciertas etapas o situaciones donde te sentías muy vulnerable, con temor o estrés, por lidiar con personas desconocidas. Sin embargo, esta situación temporal no es timidez.
Entonces, ¿Cuál es el problema?
Cuando la timidez se presenta de forma prolongada y como una característica más arraigada de la persona. También cuando la persona misma la vive como una limitante para desarrollar relaciones o habilidades. Y además, se añaden síntomas fisiológicos, como la sudoración fría, flexiones en la voz, tartamudeo o temblor en las extremidades.
Generalmente, las personas con timidez crónica experimentan un temor constante al juicio de las demás personas. Por medio de bloqueos, optan por apartarse porque no se perciben con las habilidades suficientes para relacionarse o intimar, cumpliendo las expectativas sociales o las propias. Las personas tìmidas pueden experimentar una sensación de frustración y agresión a sí mismas por su tendencia a aislarse.
Cuando he abordado esta situaciòn en acompañamiento, es muy útil reformular algunas ideas que asumimos como verdades absolutas: “No sé hablar en pùblico”, “Nadie se interesará en lo que yo pueda decir” “Así nací y nunca podré cambiar” “Toda mi familia es tímida, ¿para qué cambiar?”
Cuando optamos por darle la espalda a nuestra timidez (Si es que representa un problema para nosotros) podemos perdernos de muchas experiencias personales en nuestras relaciones e incluso crecimiento laboral.
En Amarse Bien no te garantizamos que nunca volverás a sentir timidez, te ofrecemos un acompañamiento hecho a tu medida para que la vivas como parte de la vida, la controles y deje de representar una dificultad. La mejor forma de vencer tus miedos es conociéndolos, aceptándolos y despertando tu creatividad para hallar soluciones.
Anímate a dar el paso y te garantizo que disfrutarás la recompensa.
Nadia Delgado Flores
Soy Psicoterapeuta con 11 años de experiencia en atención individual, en pareja y familiar. Egresada de licenciatura y Maestría (en Terapia Familiar) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Donde también desarrollé aptitudes en investigación y evaluación psicológica. Considero a las personas como seres creativos que tienen la capacidad de resolver situaciones difíciles y aprender de ellas. Contribuir en ese proceso creativo por medio de la psicoterapia me nutre como profesional y como persona.
Me he desarrollado como Coach en ambientes empresarial y escolar. Además de contribuir en algunos centros de acompañamiento psicológico como psicoterapeuta y tallerista. Adicionalmente, he asistido a diplomados y cursos con formación terapéutica y colaboré con una asociación aportando mis conocimientos y habilidades dando apoyo psicológico, intervención en crisis, asesoría y canalización a personas víctimas de delitos como extorsión, robo, violencia doméstica o secuestro.