La era de la información ha cambiado la forma en que nos comportamos en los negocios, la educación y la interacción humana en general. A medida que la sociedad se adapta a estas nuevas vías de contacto, también lo hacen nuestras relaciones personales. Esto puede ser especialmente cierto en nuestras relaciones de pareja.
Las relaciones de pareja, a menudo tienen sus propios desafíos. Las tecnologías cambiantes pueden contribuir aún más al estrés de las relaciones modernas. A veces, las formas en que las personas usan la tecnología puede crear problemas entre las parejas, lo que puede provocar insatisfacción dentro de la relación.
Las tecnologías nos pueden alejar o acercar a la pareja según la forma de emplearlas. Al permitir que interfiera o interrumpa conversaciones o actividades (incluso cuando no sea intencional o sea por breves momentos), las personas pueden estar enviando mensajes implícitos sobre lo que más valoran. Esto genera conflictos en las relaciones personales y el tiempo con la pareja.
Si estás en una relación y ambos tienen la oportunidad de poder estar juntos de forma presencial, hay otros factores a tener en cuenta. Si bien es posible que las tecnologías sean nuestras aliadas para mantener cercanía, emplearlas sin autorregulación puede crear problemas. En mi experiencia terapéutica he observado que, para muchas personas, la comunicación virtual no puede sustituir la real. Poder percibir la mirada en los ojos de alguien, sus microexpresiones, el tono de su voz… es de gran importancia.
No importa cuántos estudios se publiquen citando razones científicas para no usar la tecnología justo antes de acostarse o en el dormitorio, es muy fácil ver una película en la cama y pasar los últimos minutos despierto, navegando por las redes sociales. Esto no es bueno ni malo. La idea es invitarte a reflexionar y que no actúes “en piloto automàtico”.
Darte un tiempo con tu pareja, dejando los teléfonos y las computadoras portátiles fuera del dormitorio, puede ser un buen ejercicio que permite conexiones mucho más profundas. Crea contextos para compartir experiencias, intercambiar puntos de vista e incluso crear planes. Te puedes llevar una gran sorpresa si realizas este ejercicio, quizá tú y tu pareja compartan más cosas de las que creías.
Si piensas que éste podría ser un aspecto a mejorar en tu relación de pareja. Deja que un experto en comunicación te brinde acompañamiento. Verás que tu comunicación se fortalece y con ella mejorarán muchos aspectos de tu vida.
Soy Psicoterapeuta con 11 años de experiencia en atención individual, en pareja y familiar. Egresada de licenciatura y Maestría (en Terapia Familiar) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Donde también desarrollé aptitudes en investigación y evaluación psicológica. Considero a las personas como seres creativos que tienen la capacidad de resolver situaciones difíciles y aprender de ellas. Contribuir en ese proceso creativo por medio de la psicoterapia me nutre como profesional y como persona.
Me he desarrollado como Coach en ambientes empresarial y escolar. Además de contribuir en algunos centros de acompañamiento psicológico como psicoterapeuta y tallerista. Adicionalmente, he asistido a diplomados y cursos con formación terapéutica y colaboré con una asociación aportando mis conocimientos y habilidades dando apoyo psicológico, intervención en crisis, asesoría y canalización a personas víctimas de delitos como extorsión, robo, violencia doméstica o secuestro.