Cuando se habla de “sexualidad” ¿qué es lo primero que te viene a la mente? Es muy probable que la primera imagen que llegue sea la de un encuentro sexual de pareja, acompañada con un amplio abanico de ideas y emociones, incluso contradictorias entre sí. Hemos aprendido que la sexualidad se reduce a su aspecto reproductivo, excluyendo cualquier referencia al placer.
¿Recuerdas tus clases de educación sexual en la secundaria? Básicamente del placer ni sus luces, no porque las exposiciones por equipos fueran aburridas, sino porque era un tema que quedaba completamente ausente. Podemos reír al recordar anécdotas de esas clases, pero la realidad es que todas esas situaciones van moldeando y limitando la forma en la que vivimos nuestro propio cuerpo. Y en este sentido somos las mujeres las que llevamos la peor parte, ya que los hombres han tenido mayores libertades para vivir su sexualidad —incluyendo el derecho al placer—.
La sexualidad femenina está llena de muchos mitos y tabúes que generan miedo, culpa, vergüenza y hasta rechazo. No por nada una gran cantidad de mujeres reportan algún tipo de disfunción sexual. Pero ¿cómo nos reapropiarnos de nuestro cuerpo y del derecho al placer? Cada persona y cada cuerpo son únicos, por lo que no hay una receta exacta de cómo hacerlo, pero aquí te damos algunas ideas para que inicies la exploración:
Crea la atmósfera
Busca un momento que tengas para apapacharte, sin presiones de tiempo, en un espacio privado. ¿Alguna vez has preparado un encuentro sexual para alguien cuidando cada detalle para que disfrute? Esta vez hazlo para ti.
Cada sentido cuenta
Experimenta con diferente música y sonidos, aromas, sabores, texturas, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, diferentes intensidades. No te limites, experimenta con todo aquello que te genere curiosidad, te sorprenderás de todo eso que ni siquiera sabías que te gustaba.
Explora cada parte de tu cuerpo
Todo nuestro cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas, no hay por qué limitar la sexualidad a la genitalidad. Cada parte de tu cuerpo tiene algún nivel de sensibilidad, encontrarás que algunas zonas son tan sensibles que pueden generar molestia y otras que ni considerabas que pudieran darte placer.
Respeta tus sensaciones y tu ritmo
Cada persona tiene su propio patrón de goce y si bien el orgasmo es una meta —no obligatoria—, todo el recorrido para llegar a él es bellísimo, así que disfrútalo.
Explorar tu cuerpo te ayudará a familiarizarte y sentirte cómoda con él. Jugar con las sensaciones te ayudará a crear un mapa de lo que te gusta y lo que no, de lo que te enciende y de lo que te apaga sexualmente hablando. Una vez que sabes cómo generar y cuidar tu placer es más fácil tener experiencias sexuales satisfactorias en pareja. Continúa autoexplorándote aunque sientas que ya tienes el “mapa” porque nuestros cuerpos cambian, así como nuestros gustos.
Si consideras que estás presentando alguna dificultad, contáctanos.
Yineguela Jiménez
Psicóloga y terapeuta familiar con 10 años de experiencia profesional. Trabajo con parejas, familias, así como en formato individual con adolescentes y adultos. Estudié licenciatura y maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México, con formación complementaria en centros académicos en México, España e Italia. Algunas de las temáticas en las que me especializo son: pareja, gestión familiar, psicología positiva, violencia de género, psicoterapia a distancia, migración y transculturalidad.