Cuando conociste a tu pareja sentiste que tenían tantas cosas en común, quizá podías percibir las diferencias pero no pesaban, al contrario, te parecían hasta románticas y divertidas. Conforme la relación fue avanzando, esto cambió, sobre todo cuando empezaron a tomar decisiones que les afectaban a ambos. Este es un desafío al que se enfrentan todas las parejas, incluso aquellas conformadas por personas con gustos y experiencias vitales muy similares pero ¿qué pasa cuando la pareja está conformada por personas que provienen de contextos culturales completamente diferentes?
Los datos indican que las parejas interculturales son cada vez más y tiene sentido en este mundo cada vez más globalizado, sin embargo, también se ha visto que los niveles de insatisfacción y de separación son mayores en este tipo de parejas. ¿Significa que están destinadas al fracaso? No, significa que este tipo de relaciones vienen con algunos desafíos extra, por lo que es importante ser conscientes de ello. A continuación te presentamos algunos de los retos a los que se pueden enfrentar y qué hacer para superarlos
Idioma
Si no comparten idioma ¿en qué idioma te comunicas con tu pareja? Por más que se domine un idioma, frecuentemente hay sutilezas que se nos escapan y pueden generar terribles malentendidos. Lo más importante es preguntar qué fue lo que la otra persona entendió y decir lo que tú entendiste. Puede sonar repetitivo, pero les salvará de discusiones innecesarias y ayudará que puedan resolver aquello que generó alguna discusión necesaria.
Por otro lado, algunos estudios sugieren que cuando nos comunicamos en nuestra lengua materna, hay una mayor carga emocional, y cuando lo hacemos en una segunda lengua logramos tener un distanciamiento emotivo. Esto quizá les ayude a detener la escalada a la que se entra en una discusión, ya que quizá la persona que está usando un idioma que no es el propio mantenga cierta distancia emotiva como para pausar la situación y poder retomar después con mayor tranquilidad.
Migrar por amor
Vivir en el extranjero es una gran oportunidad a la que muchas personas aspiran y qué mejor si es con alguien a quien amas. Sin embargo, esto trae consigo situaciones en las que rara vez pensamos y que cuando nos vemos en medio de ellas pueden generar muchísimo malestar. Sí, migrar resuelve el tema de la relación a distancia con nuestra pareja pero pone distancia en otras relaciones importantes: familia, amistades, profesión, entre otras.
Aunque hayas ido de vacaciones y conozcas a la perfección el lugar al que te mudarás, migrar no es fácil. Este es un aspecto que muchas parejas interculturales suelen descuidar, pensando que lo más complicado será el tema burocrático y el amor bastará para todo lo demás. Desafortunadamente no es así. Si quien llega no logra vislumbrar y concretar un proyecto migratorio satisfactorio para sí, puede pasar por momentos muy difíciles, lo que tiene un gran impacto en la relación de pareja. Este tema es complejo por lo que si es tu caso, te sugerimos buscar acompañamiento psicológico.
Culturas diferentes
Nuestra cultura nos dicta normas sociales de comportamiento, expectativas e incluso moldea nuestras emociones. Cuando tenemos una relación con alguien de nuestra misma cultura, es más probable que se comparta una visión de lo que significa estar en pareja, de lo que se espera de ella, cuáles son sus límites, entre otras, o al menos eso suponemos.
Por más fascinante que pueda parecernos la cultura de nuestra pareja, habrá normas y expectativas que no están en sintonía con la propia forma de ver la vida y que no querremos cumplir. Aquí es importante hacer un gran trabajo individual de reflexión en aquellos puntos de desacuerdo cultural, algunas preguntas que puedes hacerte son: en mi cultura se hace así, pero ¿para mí es importante que se haga así? ¿Por qué? ¿Qué valoro de que se haga de esa forma? ¿Qué no me gusta de que se haga de esa forma diferente? Esto les llevará a un diálogo en el que podrán discernir entre lo negociable y no negociable para cada quien, reconocer los valores y metas comunes, para así poder construir una tercer cultura, la de la pareja.
Las parejas interculturales son una gran oportunidad para cuestionarse prejuicios sobre el amor, la pareja, la familia, pero se requiere una gran apertura mental para que las diferencias no se sientan como un ataque y poder enriquecerse de tales diferencias. Consideramos que este tema es mucho más complejo de lo que podemos abordar en un solo artículo, por lo que te recomendamos seguir nuestros canales para próximos artículos o agendar una sesión en la que daremos seguimiento personalizado a tu caso.
Yineguela Jiménez
Psicóloga y terapeuta familiar con 10 años de experiencia profesional. Trabajo con parejas, familias, así como en formato individual con adolescentes y adultos. Estudié licenciatura y maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México, con formación complementaria en centros académicos en México, España e Italia. Algunas de las temáticas en las que me especializo son: pareja, gestión familiar, psicología positiva, violencia de género, psicoterapia a distancia, migración y transculturalidad.