Si eres fan de la serie Friends, seguro puedes recordar que Chandler tuvo muchas dificultades para tener una relación de pareja debido a que siempre encontraba que las potenciales candidatas tenían uno u otro defecto. Poco a poco quedó claro que Chandler temía entrar en una vinculación significativa. Esto no es algo raro en nuestro medio: chandlers de todos los géneros pululan por aquí.
El miedo al compromiso ocurre en varias ocasiones en que alguien falla repetidamente en iniciar una relación de calidad. Infesta muchos vínculos que terminan cerca de formalizarse o poco después (noviazgo, boda, vivir en la misma casa) aunque hayan durado en la informalidad varios años. Además explica algunas veces por qué hay personas que sí se quedan pero son distantes emocionalmente.
Cada vez es más común que la gente se refiera al miedo al compromiso como la explicación de los fracasos amorosos, sin embargo, se ha vuelto tan cliché que vale preguntarse si realmente tanta gente lo padece.
¿Cuándo sí hay miedo al compromiso?
Es probable que lo tengas sin saberlo, dado que suele ser inconsciente (como en el caso de Chandler), sin embargo, aquí te damos algunas pistas que te llevarán a indagar dentro de ti:
- Varias de tus relaciones (o intentos) han fracasado cuando empiezas a sentir cariño. Te acuerdas de traiciones anteriores, te sientes vulnerable o temes a la dependencia.
- Tus estándares de quién debe ser tu pareja son inalcanzables. Encuentras defectos intolerables en quienes tienen una cita contigo. ¿La imperfección te asusta?
- Eliges una y otra vez a quienes no se comprometen contigo, aunque tú sí quieres hacerlo. ¿Niegas las señales de que están jugando contigo?
- Fantaseas con tener un amor, pero no perder el resto de las opciones. Por lo tanto puedes llegar a la infidelidad o simplemente decidir seguir buscando.
- Asocias el compromiso con incomodidad o aburrimiento. Mucha gente bromea diciendo que quien se compromete muere (¿te recuerda alguna boda?), game over.
- Actúas fríamente, distante o cruel con quien te ama.
- Simplemente, te niegas a salir con alguien.
Es importante considerar que el miedo al compromiso ocurre cuando cualquiera de las manifestaciones anteriores contradice tu curiosidad por iniciar una relación donde haya entrega. Sientes frustración por la soledad y también por la compañía.
La falta de aprendizaje y experiencia evitará que actúes con madurez ante alguien que sí te importe.
¿Cuándo no hay miedo al compromiso?
Cuando tu soltería parte de una decisión y/o parece la mejor opción por el momento. Muchas personas se sienten bien en este estilo de vida y no fantasean con encontrar un amor permanente. Otras sí quieren un vínculo sólido, pero tienen otras prioridades; saben cómo se sienten al respecto y no están huyendo de algo.
Si piensas que ésta es tu situación, ¿sientes la seguridad de no estar autoengañándote?
¿De dónde viene el miedo al compromiso?
Si sospechas que te ocurre, debes saber que las causas pueden ser distintas entre individuo e individuo: simple comodidad, relaciones familiares destructivas, haber presenciado o vivido malas relaciones, falta de habilidades sociales, entre muchas otras.
Como puedes ver, no es tan fácil saber si tienes miedo al compromiso, así como tampoco comprender los motivos. Tu mente inconsciente dificulta estas tareas, por lo cual lo más recomendable es que acudas a una psicoterapia para que alguien te ayude. Amarse bien: Transforma tu relación cuenta con expertos en ayudarte con el miedo al compromiso y otras trampas relacionales.
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Oscar Flores Aguayo
Soy psicólogo y psicoterapeuta con al menos 10 años de experiencia. Estudié la licenciatura en psicología en la Universidad Iberoamericana y mi formación psicoanalítica en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Ejerzo la psicoterapeuta de pareja por medio del modelo de Terapia Focalizada en las Emociones. He dirigido mi trabajo profesional hacia la intervención en crisis presencial y a distancia. Me he desempeñé como profesor y conferencista para poblaciones variadas: niños, adolescentes, adultos y personas mayores; en escuelas, el reclusorio femenil, centros de atención a personas con discapacidad