Hasta dónde debes dejar entrar a otra persona en tu vida
No hay duda, enamorarse es una de las mejores cosas que ocurren en la vida, en parte porque parece que has encontrado a alguien a quien puedes entender y que hace lo mismo por ti. Puede que te sorprenda la forma en que se parecen, viene a la mente la frase: “somos tal para cual”.
Si ya se han entregado al famoso mandamiento “todo lo mío es tuyo”, quizá asumiste que era normal pedir y entregar las contraseñas de tus redes sociales como muestra de confianza; conocer a todas las amistades o no guardar secreto alguno.
Estos amores que aparentan ser tan grandes como el Titanic, pero que no tienen un pelo de privacidad, están destinados a hundirse en la mitad de la noche. ¿Te decimos por qué?
– Las diferencias se ven como fuente de conflicto. Por ejemplo, pensar que no puedes estar con alguien a quien le guste un estilo de música que a ti no. Cuando el enamoramiento se reduce, para dar paso al amor, las diferencias comienzan a ser más evidentes y el polvorín puede explotar.
– Surge el egoísmo. Ese vínculo consiste en elegir tu fotocopia, tu espejo, tu orgullo; no a alguien más. ¿El tuyo es un amor lleno de egoísmo?
– Siempre habrá moros en la costa. En Facebook, Instagram, WhatsApp, la red social que sea, a pesar de todas las buenas intenciones, cualquier cosa puede ser malinterpretada.
-Todo mundo busca la libertad. Dar explicaciones de todo lo que se hace, compartir todos los momentos, responder rápidamente los mensajes es desgastante. ¡Asfixia! ¿Qué significa para ti que te dejen en visto o que no te respondan rápido?
– Es imposible cumplir todas las expectativas. ¿Realmente una relación consiste en satisfacer los deseos de alguien más?
– Sale a flote el miedo. El amor tan fusionado se basa en el miedo a la individualidad, a la falta de control y a la distancia. ¿Has notado cómo sientes preocupación cuando tu pareja se distancia de ti, física y emocionalmente? ¿Te da miedo lo que hace con su tiempo en esos ratos donde no sabes lo que hace ni con quién está?
– Los famosos celos. Es más probable que las decepciones deriven en celos, por ejemplo, “si no me responde es que está con alguien más” o “si no me entiende es porque ya no me quiere como antes”. ¿Te has preguntado de dónde vienen tus celos o los de tu pareja?
– Y el punto final. El control que una persona ejerce sobre la otra, con el objetivo de proteger la relación, se convierte en la violencia que la destruye.
En una buena relación, cada quién tiene…
-Sus propias amistades
-Sus propios pasatiempos
-Sus propios planes
-Derecho a sentir y pensar de forma muy distinta
-Sus prioridades
-Privacidad en redes sociales y espacios como la casa, el trabajo, etcétera.
-Derecho a guardar secretos y a no decir lo que piensa y siente.
Es decir, hay un Tú y un Yo que se respetan. ¡Claro que se planean y se hacen cosas en común! ¡Por supuesto que hay prioridades, pensamientos y sentimientos compartidos! Eso conforma Lo Nuestro… Sin embargo, es muy distinto a anular la individualidad y fantasear que la pareja no tiene un pasado, ni algo más en qué pensar.
El acompañamiento psicológico de Amarse Bien te ayudará a tener una relación equilibrada, te enseñamos a valorar la distancia, la individualidad y la libertad. Pierde el miedo irracional a no recibir suficiente amor, a que tu relación se termine o a quedar en el olvido.
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